El 27 de diciembre de 2024, los astrónomos detectaron un nuevo asteroide con potencial de impacto contra nuestro planeta. Se trata de 2024 YR4, un objeto cercano a la Tierra descubierto por el sistema ATLAS en Chile. Su tamaño, estimado entre 40 y 100 metros de diámetro, y su clasificación dentro del grupo de asteroides Apolo han llamado la atención de la comunidad científica, ya que su órbita se cruza con la de la Tierra (ESA, 2025).
Hasta ahora, los cálculos indican que hay entre un 1,6 % y un 1,9 % de probabilidad de que 2024 YR4 impacte nuestro planeta el 22 de diciembre de 2032. Aunque esto significa que hay más de un 98 % de posibilidades de que pase de largo, los expertos continúan monitoreando su trayectoria para reducir el margen de error en sus predicciones. En estos casos, pequeñas variaciones en la órbita pueden tener un gran impacto en el desenlace final (CNEOS, 2025).
Debido a su tamaño y posible trayectoria, este asteroide ha sido clasificado en el nivel 3 de la Escala de Turín, una medida utilizada para evaluar la amenaza de impacto de objetos espaciales. En términos simples, esto significa que si realmente llegara a chocar con la Tierra, el daño podría ser considerable, especialmente si impactara en una zona densamente poblada. Dependiendo de su composición y ángulo de entrada, la explosión resultante podría devastar una ciudad entera, similar a lo que ocurrió en 2013 en Cheliábinsk, Rusia, cuando un meteorito de solo 20 metros de diámetro causó daños en edificios y dejó a más de mil personas heridas debido a la onda expansiva (NASA, 2025).
Por ahora, la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) están siguiendo de cerca la evolución de 2024 YR4. Se espera que las observaciones continúen hasta marzo de 2025 y que, en 2028, cuando el asteroide vuelva a ser visible, se puedan recopilar nuevos datos para ajustar su trayectoria con mayor precisión.
Si en el futuro se determina que hay un riesgo real de impacto, los científicos ya están listos para evaluar estrategias de mitigación, como intentar desviar el asteroide mediante una misión especial (ESA, 2025).
Aunque la idea de un impacto puede sonar alarmante, la realidad es que los avances tecnológicos permiten monitorear estos objetos con gran precisión. Gracias a estos esfuerzos, cualquier amenaza potencial se detecta con años de anticipación, lo que proporcionaría tiempo suficiente para actuar si fuera necesario. Por ahora, todo indica que 2024 YR4 no representa un peligro inminente, pero los astrónomos seguirán vigilándolo de cerca.
Referencias:
• ESA. (2025). ESA actively monitoring near-Earth asteroid 2024 YR4. Recuperado de https://www.esa.int/Space_Safety/Planetary_Defence/ESA_actively_monitoring_near-Earth_asteroid_2024_YR4
• CNEOS. (2025). Near-Earth Object Program: 2024 YR4 Risk Assessment. Recuperado de https://cneos.jpl.nasa.gov/news/news210.html
• NASA. (2025). Asteroid Impact Risks and Mitigation Strategies. Recuperado de https://www.nasa.gov/asteroid-risk-mitigation
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